Enero: días soleados, personas con sonrisas en el rostro y ropa liviana. Todo esta colorido, hay brisa y hace calor. Y yo no sé si comer helado o frutas. ¡Que jugosas están las frutas!.¿ Porque no comer ambos?
Con esas ganas prepare una tarta de duraznos perfumada con jengibre y zest de naranjas. Es una tarta ideal para estas temperaturas, ya que es jugosa, fresca, y tiene una sola masa. Para que sea un postre digno de terminar feliz el almuerzo o la cena, solo hay que consumirlo tibio con el helado como una caricia por encima.
Tip: Pueden hacer esta tarta con la fruta de estación que prefieran.
Van a necesitar:
Para la masa:
200 gr de harina 0000
100 gr de manteca
100 gr de azúcar
1 huevo
Ralladura de 1 naranja (me encanta como queda con el durazno).
Para el relleno:
1 kg de duraznos
3 ciruelas
2 cucharadas de azúcar
2 cucharaditas de jengibre fresco rallado
Para el emplatado: quenelle de mascarpone (o el de tu agarado)
Como prepararlo:
La masa: hacer una corona con la harina y el azúcar, agregar la manteca y realizar grumos con los dedos. Poner el huevo e integrar sin amasar. Tiene que reposar 1 hora en la heladera.
El relleno: pelar los duraznos pasándolos por una cacerola con agua hirviendo e inmediatamente por un recipiente con agua fría (igual que cuando pelan tomates). Cortarlos en cuartos, agregarles las tres ciruelas picadas, el azúcar y el jengibre y mezclar bien.
Colocar esta mezcla de frutas en una fuente que pueda ir al horno.
Estirar la masa, y cubrir la fuente. Espolvorear con azúcar y un poco de zest de naranjas. Cocinar en horno moderado hasta que la masa este dorada.
Jaja, leyendo tu entrada mientras esta nevando afuera…me acoradare de esto en 7 meses! Parece fantastico.
si esta para probar! yo quiero hacer la sopa de tomates 🙂
Pregunto la masa ,lleva levadura?