Ir un poco de paseo, un poco en busca de productos por el barrio chino es TODO UN PLAN, que siempre disfruto sola, con mi novio ó con amigos.
En el chinatown porteño podemos encontrar pescado fresco, frutas y verduras tropicales y exóticas a buen precio, todo tipo de aderezos y condimentos. Ni hablar si nos distraemos entrando a algunos de los locales llenos de chucherías.
Y los aromas cerca de los restaurantes….son realmente deliciosos!
Con este wok, inspirado es esos aromas: jengibre, aceite de sésamo y ajo, quise acércales un poquito más el barrio chino a sus hogares.
Van a necesitar:
3 cucharadas de aceite neutro
2 tazas de chauchas limpias
1 de brócoli limpio
200 gr de vermicelli o alguna otra pasta larga
1/2 cucharada de jengibre rallado
1 diente de ajo picado
4 cucharadas de salsa de soja
1 de aceite de sésamo
Agua y sal para hervir
Semillas de sésamo para decorar
Preparación
- Hervir 2 litros de agua en una olla con una cucharada colmada de sal.
- Mientras cortar las chauchas en trozos de 4 cm aproximadamente. Separar las flores de brócoli y cortar los tallos en pequeños trozos.
- Blanquear primero las chauchas por 2 minutos (literal) retirar con espumadera y reservar. Repetir la operación con el brócoli.
- Hervir la pasta hasta que este al dente. Escurrir
- Mientras calentar el wok. Agregar el aceite, el jengibre y el ajo. Revolver por 30 segundos. Agregar las chauchas y el brócoli. Cocinar por 1 minuto revolviendo ocasionalmente. Incorporar la pasta. Mezclar bien. Agregar la salsa de soja y el aceite de sésamo. Mezclar. Servir y decorar con las semillas de sésamo. Consumir de inmediato.