Siempre que vienen visitas a casa, algo van a comer. Si llegan al mediodía, seguro les preparo el almuerzo. Si llegan a la tarde van a merendar, y posiblemente se queden a cenar. Es que para mi es importante que de mi casa se vayan comidos. No tiene explicación, pero me gusta que sea así.

Este budín lo prepare por primera vez, un día que venían amigos a casa y no tenia nada para convidar, ni siquiera galletitas de agua (en casa de herrero, cuchillo de palo). Pero lo que si siempre tengo, son ingredientes. Así que pensé en hacer un budín, le sume pelones, y lo culmine con un crumble de amapolas que me había sobrado de una torta anterior. Como use huevos de campo, quedo con un color amarillo increíble, y los pelones al hornearse, perfumaron toda la cocina.

Se lo terminaron en menos de 20 minutos!!!  Cuando lo prueben, van a entender porque.

Que tengan un lindísimo fin de semana!

Van a necesitar (para un molde de 30x8x10, o 2 moldes más pequeños):

200 gr de manteca a temperatura ambiente

200 gr de azúcar

4 huevos a temperatura ambiente

1 cucharadita de esencia de vainilla

200 gr de harina leudante

5 ó 7 pelones cortados al medio (dependiendo el tamaño)

Crumble

100 gr de harina 0000

70 gr de manteca fría cortada en cubos

70 gr de azúcar

1 cucharada de semillas de amapolas

Preparación:

Primero hacer el crumble: con un cornet o con los dedos de las manos mezclar todos los ingredientes hasta formar pequeños grumos. Reservar en heladera.

Encender el horno a temperatura moderada (170 grados aproximadamente). Enmantecar y enharinar  el molde

Con batidora eléctrica, batir la manteca junto con el azúcar por 7 a 10 minutos aproximadamente, hasta que este cremosa y brillante.

Incorporar los huevos de a uno batiendo a velocidad baja. Perfumar con la esencia de vainilla.

Por último, con una espátula agregar el harina.

Colocar la masa en el molde, hasta un poquitito mas de la mitad (ojo, no pasarse porque puede rebalsar en el horno). Por encima, colocar los pelones bien juntos, cubriendo toda la superficie y haciendo un poco de presión para que queden “agarrados” a la masa.

Cubrir con el crumble y hornear por 40 a 50 minutos, hasta que este la superficie bien dorada.