Más de 80 años de comunismo quedaron grabados a fuego en la memoria de los que respiraron la revolución obrera, campesina y militar. Yo, viniendo de un país tan lejos y capitalista, fui socorrida por esculturas majestuosas e imponentes para poder sentir un poquito Lenin y la Revolución.
En verano, es fácil toparse con camionetas que ofrecen bebidas. Están desparramadas por toda la ciudad. Abren las puertas traseras para dejar a la vista grandes tanques que pueden contener café frio, refrescos y jugos, pero la mayoría de las veces tienen cerveza y kvas.
El Kvas es lo que más vi consumir, es una especie de cerveza, oscura, algo dulce y de baja graduación alcohólica. En la época de la URSS le decían la coca cola comunista, porque se parece en color y tiene un versión sin alcohol apta para chicos.
Muy interesante tu experiencia en Ucrania. Me agrada leer tus apuntes. Piola el vendedor de bebidas frescas. Un saludo.