Las tardes en la casa de mi abuela solían estar perfumadas con canela y manzana. Ella preparaba los mejores buñuelos del mundo! Esta receta la sacaba del apuro, y grandes y chicos amábamos.
Tenía una destreza especial para tomar una porción de masa y volcarla en una olla con aceite bien caliente. En pocos segundos esa masa se transformaba en un dorado suspiro de sabor. Pero antes de servirlos los pasaba por un plato con azúcar. Era el último movimiento de varita que completaba la magia.
Yo tomé su receta, y lo único que hice diferente fue hornearlos, porque la verdad que mi dieta tiene poco y nada frito. Pero es una masa totalmente apta para freír. Como son al horno, antes de comerlos los rocío con miel…
Sorprendan a los seres queridos con recetas de toda la vida!
Van a necesitar:
2 huevos
1/4 taza de azúcar, más extra para espolvorear
2 y 1/2 de harina leudante
1/2 taza de leche
1 manzana pelada y rallada
1/4 cucharadita de canela
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharada de manteca
miel para acompañar
Preparación:
Encender el horno a 180 grados y dejar calentar por 10 minutos.
Batir los huevos con el azúcar y el extracto de vainilla.
Agregar la harina con la canela intercalando con la leche.
Incorporar la manzana rallada.
Con la manteca, enmantecar moldes de minimuffins. Colocar 1 cucharada de relleno en cada uno, o hasta rellenar 3/4 del molde.
Espolvorear con un poco de azúcar, y hornear por 15 minutos, o hasta que esten dorados.
Consumir mientras están tibios, rociándolos con miel.