Extraño mucho pasar más seguido por acá, y compartir recetas y fotos con ustedes…que a pesar de mis ausencias siguen conectando conmigo a través de la web y estando presentes, gracias por ser de fierro!!!
Lo que pasa es que estoy por ser mamá por primera vez, ya falta apenas un poquito más de un mes. Y junto con la felicidad inmesa, los típicos miedos de toda mamá primeriza, el trabajo, y el cansancio (porque hago dos cosas y termino agotada, la panza pesa mucho) estoy reorganizando la casa y ordenando, buscando nuevos lugares para cosas que ya teníamos y cosas que incorporamos para el bebé. Y eso, «transformar la casa de una pareja en la casa de una familia» lleva tiempo. De hecho, en esta semana tengo que vaciar el escritorio (desde el cual estoy escribiendo en este momento) y armar allí la habitación para el bebé.
Pero creo que de eso también se trata un poco ser padres, darse cuenta de que por lo menos durante un tiempo nuestro ombligo deja de ser el centro del universo, y dedicarle amor y toda la energía a una vida que nos necesita con todo el foco en ella. Las que ya son mamás saben lo maravilloso que es sentir que hay otra persona, única, frágil y valiente en nuestro cuerpo.
Siento que falta muy poco para que nazca y que a mi me falta mucho por hacer: todavía no tengo el bolso para llevar al sanatorio. De hecho, todavía no se exactamente que poner en ese bolso además de su ropa, pañales y un pijama para mi. Me falta cocinar alimentos sanos que pueda congelar, porque seguramente el primer mes va a ser cansador. Todavía tengo que lavar la ropa, comprar el colchón para la cuna…uff siento que la lista no termina y eso me da ansiedad!!!. Porque además cada cosa es una decisión. Cómo se que colchón elegir? Son horas y horas de investigación y preguntar todo.
Este finde estuve dedicada a pleno pintando un mueble que voy a usar para ordenar sus cosas, y de paso aproveche que estaba con el pincel en mano para pintar las mesas de luz de mi cuarto. Pero también había llegado mi novio que estuvo trabajando en el exterior. Quise prepararle algo rico, pero sobre todo que no me ocupará mucho tiempo. Con lo que tenía en casa preparé este plato, que es delicioso y tiene las energías para arrancar con todo el otoño. Prueben porque es un golazo por lo fácil y ricas y quedan.
¿Algunos de ustedes están por ser papas como yo? ¿ya son papás? Cuenten! Siento que estoy monotematica con todo el mundo, pero les juro que los bebes son muy movilizadores.
Hermosa semana para todos!
Ingredientes:
1 kg de papas
200 cc de crema de leche
4 cucharadas de queso parmesano recién rallado
2 cucharadas de panceta picada
2 cucharadas de cebolla de verde
sal (yo uso marina) c/n
pimienta recién molida c/n
aceite 2 cucharadas
Preparación:
Pelar las papas y cortarlas en cuñas. Secarlas con un repasador limpio o papel absorvente.
Untarlas con el aceite y cocinarlas en horno precalentado por 45 minutos o hasta que estén crocantes.
Mezclar la crema con el queso rallado, y la cebolla de verdeo picada.
Dorar la panceta. Apoyarlas sobre papel para retirarles el exceso de grasa, y agregarlas a la mezcla de queso crema. Calentar esta prepararación hasta que rompa hervor revolviendo constantemente. Salpimentar.
Poner las papas en una fuente y volcar por arriba la salsa de crema. Consumir caliente.