Una de las cosas por la que más me gusta el invierno, es la excusa de que hace frío y podemos desbocarnos un poco más…y comer más chocolate sin culpa!
Esta última semana necesité un cable a tierra, y como siempre lo encontré en la pastelería. Ganache, un relleno de coco y una buena masa quebrada de base y ohlala! sacan de la galera una deliciosa tarta para las tardes de temperatura baja.
Van a necesitar
para la masa:
120 gr de manteca a temperatura ambiente
100 gr de azúcar impalpable
1 huevo a temperatura ambiente
1 cucharadita extracto vainilla
190 gr de harina
10 gr de cacao amargo
Para el relleno de coco
190 gr de coco rallado
150 gr de azúcar
3 huevos
80 gr de crema de leche
Para la ganache de chocolate
300 gr de chocolate semiamargo
250 cc de crema de leche
Preparación:
Batir la manteca con el azúcar por cinco minutos, usando batidora electrica.
Agregar el huevo y batir hasta incorporar.
Tamizar la harina con el cacao e incorporarlo a la mezcla anterior, mezclando sin batir, solo hasta unir la masa.
Tapar y dejar reposar por 30 minutos en heladera.
Mientras hacer el relleno de coco mezclando todos los ingredientes reservar.
Calentar el horno a 180 grados.
Estirar la masa y forrar un molde de 24 cm de diametro y 4 de alto. Pinchar la masa con un tenedor. Cubrirla con papel aluminio y porotos. Precocinar la masa por 10 minutos para blanquear. Retirar el papel aluminio y los porotos y agregar el relleno de coco. Llevar al horno nuevamente y cocinar por 30 minutos más.
Mientras hacer la ganache: hervir la crema de leche y volcarla sobre el chocolate picada. Dejar reposar 2 minutos y comenzar a revolver del centro hacia los costados hasta obtener una crema lisa y brillosa.
Retirar la tarta del horno y volcar la ganache. Dejar enfriar por aproximadamente 6 a 8 horas antes de consumir.
Conservar la tarta en la heladera, entre 14 y 18 grados por una semana. Aconsejo que la retiren un rato antes de comerla de la heladera, para que se atempere.