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Tortilla de papas

Papa,
te llamas papa y no patata,
no naciste castellana:
eres oscura como nuestra piel,
somos americanos,
papa,
somos indios.
profunda y suave eres,
pulpa pura, purísima,
rosa blanca enterrada…
Papa,
materia dulce,
almendra de tierra…
Honrada eres
como una mano que trabaja en la tierra,
familiar
eres como una gallina,
compacta como un queso que la tierra elabora
en sus ubres nutricias,
enemiga del hambre,
en todas la naciones
se enterró su bandera vencedora…
Universal delicia,
no esperabas mi canto,
porque eres sorda y ciega
y enterrada.
Apenas si hablas en el infierno de aceite
o cantas en las freiduras de los puertos,
silenciosa,
harina de la noche subterránea,
tesoro interminable de los pueblos.

Esta Oda a la papa, de Pablo Neruda, es la presentación que se merece uno de mis ingredientes favoritos.

Me atrae su sabor y me gratifica su versatilidad. Puede ser la perfecta protagonista de muchos platos: algunos simples y populares (antes era alimento de las clases más pobres), y otros tantos distinguidos. Además puede ser la guarnición perfecta.

Hoy prepare una tortilla de papas, plato noble, si los hay.

Mis tips:

  • Remojar unos 30 minutos las papas con los huevos apenas batidos, así se empapan y se ablandan.
  • Como la tortilla se cocina de los dos lados, es conveniente frotar una gotita de aceite en el plato que van a usar para tal fin. Así es más fácil colocarla nuevamente en la sartén.
  • Pueden cocinar la tortilla dejando coagular totalmente el huevo o pueden dejarla jugosa en el centro.
  •  2 compañías ideales : el alioli y un vino tempranillo (bueno, 3, también  el pan).
  • No tapen la sartén: las papas hechas así se tornan con gusto a hervido. Es preferible cocinarlas más tiempo a fuego bajo.

Van a necesitar: 1 kg de papas, 1/2 kg de cebollas, 8 a 10 huevos, 1/2 taza de aceite de oliva, 1 cucharada de pimentón ahumado, 2 cucharadas de perejil, sal y pimienta a gusto, y una buena sartén.

Como hacerla:

Pelar y cortar las papas en láminas finitas, y secarlas con papel absorbente. Pelar y cortar la cebolla.


Calentar la sartén y agregarle un poco de aceite. Agregar las papas, y cocinarlas por 20 /25 minutos aproximadamente, hasta que estén blandas, pero que no se desarmen. A la mitad de ese tiempo agregar las cebollas. Sazonar. En un bowl mezclar apenas los huevos, el perejil y el pimentón. Agregar las papas, dejar reposar un rato.

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Poner la mezcla en la sartén caliente (y con una gotita de aceite),  cocinarla hasta que coagule de un lado, luego dar vuelta y cocinar del otro.

Están pelando las papas ya?

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Selva Negra

 Un lago tranquilo que refleja montañas vestidas de blanco, un inmenso volcán, araucarias firmes bajo metros de nieve, autos que solo pueden transitar con cadenas, temperaturas que en invierno oscilan entre los  -20° C y hasta  -40°C, ¡y nieve, mucha nieve! Así es  Caviahue; un pequeño pueblo de 600 habitantes cuyos hogares están encendidos día y noche.

En este acogedor paraíso transcurrieron mis vacaciones de invierno de la cual me quedan bellos recuerdos y en especial uno que hoy les voy a contar.

Era el último día en este precioso pueblo. Arrancó temprano como siempre y era un día particularmente frio pues  ni siquiera la ropa térmica impedía sentirlo.

El desayuno se presento con  tortas caseras, variedad de tés, y tostadas recién hechas con mermeladas artesanales de algún fruto rojo.

Como sabia que ya se estaban terminando mis vacaciones  no quería dejar de disfrutar un instante el placer de practicar snowboard, por lo que el día continúo siendo particularmente agitado. Realice infinidad de ascensos y descensos a la montaña, ¡Fui la primera persona en subir a la mañana temprano y la última en irse pasada las cinco de la tarde!, estuve alrededor de ocho horas  aprendiendo nuevos trucos  (lo que implica caídas, golpes y frustraciones).

La parte más importante del día fue la recompensa a tanto esmero: al atardecer concurrí a una acogedora casa de té (la casona de tito). Su dueña y pastelera me invito una clásica porción de selva negra, rellena de crema batida y frutos rojos acompañada por una caliente y espesa taza de chocolate dulce.  Y así, termine feliz mis vacaciones!

¿Te tentaste y  ahora queres  hacer esta fabulosa torta? te dejo una receta de selva negra basada en el libro Larousse de los postres, previo te doy mis secretitos para que te salga bien:

  • Antes de batir la crema y el azúcar, te conviene mezclarlas y dejarlas en la heladera diez minutos, después de este tiempo, el azúcar se habrá disuelto y la crema tendrá una textura aterciopelada!
  • Los almibares que son para humedecer bizcochuelos deben ser ligeros, por lo tanto suelen estar listos cuando rompen hervor.
  • Usa los almibares a T° ambiente, nunca los uses calientes.
  • Arma tu torta sobre una tabla, y después pásala con cuidado a la fuente que va a ir a la mesa.

 Vas a necesitar:

Un bizcochuelo de cacao de 700 gr (podes hacerlo, también se consiguen en todos los mercados locales) ,200 gr de azúcar, 350 cc de agua, 100 cc de kirsch (licor de cerezas que podes remplazarlo por algún otro licor de frutos rojos), 5oo gr de crema, 50 gr de azúcar, 270 gr de frutos rojos, 200 gr de chocolate rallado para decorar.

Primero hace un almíbar con el agua, el kirsch y el azúcar (va a estar listo cuando rompa hervor)

Batí la crema de leche con los 80 gr de azúcar y resérvalo en la heladera.

Corta el bizcochuelo en tres discos iguales. Empapa el primer disco con el almíbar, pone encima una capa de crema chantilly, coloca 90 gr de frutos rojos. Pone otro disco de bizcochuelo y hace lo mismo. Coloca el último disco de bizcochuelo. Decora la torta cubriéndola con crema chantilly y encima el chocolate rallado. Guárdalo en la heladera 3 hs antes de consumirlo.