Para convencer a Mamá de que nos prepare algún postre cuando éramos pequeños, mis hermanos y yo teníamos que “suplicar” varios días seguidos. Es como si estuviese escuchando ahora su respuesta: tienen galletitas surtidas, son re dulces…¿Por qué no comen eso?, ¡queremos algo rico! respondíamos a coro.
A ella, además de que le gusta la comida demasiado saludable para el resto de los mortales, nunca le gustaron los dulces, así que no se interesaba por hacerlos. Cuando finalmente cedía, era todo un festejo para nosotros. Su repertorio incluía gelatina, torta de ricota, pastaflora, alguna vez preparó alfajores de maicena, y cuando hacía panqueques con dulce de leche era la mayor felicidad para todos nosotros. Contábamos cuantos había, y cada uno controlaba al otro que no comiera ni un bocado más de su parte.
Pero lo que siempre, siempre optaba por hacer una y otra vez era arroz con leche, justo el postre que menos me gustaba, pero a falta de otras cosas tuve que aprender a quererlo. Hoy comparto mi versión, un poco más gourmet, que es cremoso y con bastante leche, porque “el juguito” siempre fue mi parte favorita del postre.
Ahora de grande lo elijó porque es nutritivo, saludable y fantástico para calentar la pancita cuando el frío se hace presente.
Van a necesitar:
1 litro de leche
300 gr de arroz carnaroli
1 ramita de canela
1 cucharadita de extracto de vainilla
100 gr de azúcar
Para servir:
Cookies de chocolate
Pepitas de chocolate
Canela para espolvorear
Preparación:
En una cacerola colocar la leche junto con la canela y el azúcar. Llevar a hervor. Apagar.
Por otro lado, en otra cacerola colocar el arroz, y agregarle la leche caliente de a una taza por vez. Revolver constantemente para aseguramos de que no se pegue al fondo.
Cuando el arroz haya absorbido casi todo el líquido, es el momento de agregarle nuevamente una taza de leche más. Es muy importante que no agreguen toda la leche junta, porque los granos deben “chocar entre sí” mientras se revuelve, para que desprendan el almidón y quede la textura súper cremosa. Se cocina aproximadamente 30 a 40 minutos.
Justo después de apagar el fuego, agregar el extracto de vainilla. Y si lo desean es el momento de agregar un poco de chocolate rallado para que quede marmolado. Pueden consumirlo tibio con helado de chocolate, o frio con pepitas de chocolate, cookies, canela espolvoreada, etc.