Hoy comienzo una semana con nuevas ideas  y sobre todo con alegría, porque creo fervientemente que si vivimos con alegría y felicidad seguramente podemos crear y hacer cosas lindas. La clave esta en poner ganas y amor.

Con estos ánimos, este finde me dedique a mi jardín: le corte las hojitas secas a las plantas, saque malezas que perjudicaban su crecimiento y también trasnplante (tarea que venía postergando) tomates redondo, tomates cherry, tomillo, perejil, órgano y lechuga.  No se imaginan la ansiedad  con la que estoy esperando sus frutos para disfrutarlos, y seguramente para preparar algún plato para el blog con ellos.

Después de tanto trabajar con la tierra me inspire, y a pesar de que no tenia pensado cocinar absolutamente nada (la idea de este finde era estar despegada de la cocina) hubo un cambio de planes y termine haciendo una torta invertida de bananas para aprovechar algunas bien maduras que tenia en casa. Para hacer la masa use además de harina, avena (previamente mixeada para obtener un polvo fino) y coco rallado ¡quedo con un perfume increíble! ¿Se la van a perder?

Van a necesitar:

1 taza de azúcar

1/3 taza de agua de agua

5 bananas chicas

120 gr (3/4 taza) de manteca

150 gr (3/4 taza) de azúcar

2 huevos

1 cucharadita de escencia de vainilla

250 gr (1 y ¾ taza) de harina leudante

½ taza de avena arrollada extra fina (si tienen la común pueden mixearla para obtener un polvo más fino)

10 gr (2 cucharadas) de almidón de maíz

1 cucharadita de bicarbonato de sodio

2 cucharadas de coco rallado

½ taza de leche

Preparación:

En una sartén hacer un caramelo con la taza de azúcar y el agua. Cuando tenga un color rubio volcarlo sobre el molde de la torta.

Pelar y cortar las bananas al medio longitudinalmente. Colocarlas sobre el caramelo.

Encender el horno a 180 grados centígrados (fuego moderado).

Mezclar la harina con la avena, el almidón, el coco y el bicarbonato. Reservar.

Batir la manteca con el azúcar por aproximadamente 10 minutos, o hasta que la mezcla este bien cremosa y pálida.

Agregar los huevos de a uno y la esencia de vainilla. Mezclar bien.

Con una espátula agregar la mezcla de harina y la leche, realizando movimientos envolventes, comenzando y terminando con la mezcla de harina.

Llenar el molde hasta ¾ y cocinar a fuego moderado por aproximadamente 40 minutos (o hasta que pinchemos con un palito y salga seco).